Esquivar vientos del Norte es cosa para expertos, olvidarte fue simple… como cerrar los ojos y dormir en un sueño profundo.
Quince años después, me acordé de sus besos y el alma se me lleno de imposibles al ver las estrellas… ahí estaba, lleno de una admiración por los años, de un amor que nunca existió. Recuerdo esa noche en la que me contó las historias más increíbles, como me atrapó con un simple beso lleno de amor inventado, mágico y el abrazo se volvió intenso en un latido del corazón.
Pensé que el amor sería mas fuerte que la vida y que sobreviviríamos a una verdad que nos rehusábamos a ver y que estaba ahí tan presente como él y yo. Quince años de inventarnos amores y vidas que no eran, quince años de sonidos que hacían eco y que el viento los traía desde muy lejos a nuestro encuentro. Hoy ya se ha ido, desperdigado por la ironía de una verdad incoherente, llena de locos años perdidos en silencio y en secreto.
Hoy, ya ni él se encuentra en sus notas vagas, ni en el espejo que lo refleja cada mañana. Como esperar a reconocerlo en medio de una mentira que se volvió real con el tiempo, sin encontrarme en su mirada ahogada en el blanco de sus ojos locos que me miran sin verme…
Se ha ido tan lejos que ya ni su rostro reconozco en la penumbra, ni su olor en mi piel. Pasaron tantos años, años sin pretextos, sin preguntas, años que no sirvieron para alcanzar los más grandes sueños, sueños que se escondían en la mentira más aguda de su corazón mudo y lleno de latidos casi detenidos.
Que decepción más grande me detuvo en el camino al verle sonreír sin sonrisa, al no encontrarte más en ese cuerpo suspendido, con ese nombre conocido.
Fue un capitulo que duró quince años de mi vida, y ahora que intento escribir y describir que fue, se convierte en una hoja de una locura perdida, sin nombre, ni recuerdos… solo un adiós lleno de adioses inventados, y un alivio de que esté lejos.
Noviembre 2006 "Cierra los ojos y a oscuras piérdete en el follaje rojo de tus parpados"